Paderewski

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Ignacy Jan Paderewski nació en Kurylivka (hoy Ucrania), en 1860. De joven fue criado por su tía, ya que su madre murió poco después de su nacimiento y su padre fue encarcelado por su papel en el Levantamiento de Enero (1863-64) contra los rusos. El niño mostró un gran interés por la música a muy temprana edad, y a los 12 años fue admitido en el Conservatorio de Varsovia, que terminaría en 1878.

Posteriormente, estudió composición en Berlín y, gracias al apoyo de la legendaria actriz polaca Helena Modrzejewska, viajó a Viena para perfeccionar su técnica de interpretación. Su forma de tocar el piano reflejaba el estilo romántico tardío, con cambios dramáticos de color, tempo irregular, fuerte pedaleo y líneas melódicas líricas. De hecho, Paderewski se convirtió en el principal intérprete de los grandes románticos como Chopin y Liszt.

Tras su debut en París en 1888, Paderewski conquistó al público con una aclamada gira por Inglaterra. En 1891 hizo la primera gira por Estados Unidos, que fue un éxito rotundo y le convirtió en un artista reconocido y muy popular en América. Animado por su triunfo, Paderewski recorrió incansablemente el mundo visitando Australia, África y Sudamérica.

Aparte de la interpretación, Paderewski se dedicaba también a la composición. Recurrió a las formas clásicas (sonatas, sinfonías, conciertos), así como a las románticas (fantasías, polonesas y miniaturas para piano). Paderewski también escribió una ópera, _Manru_, que hasta la fecha ha sido la única de un compositor polaco representada en el Metropolitan Opera.

A raíz del éxito mundial de Paderewski se dedicó primero a la labor filantrópica y luego a la vida pública. El artista hacía donaciones generosas a numerosas causas y organizaciones benéficas, especialmente para los huérfanos polacos y las víctimas de represalias, pero también financiando becas para jóvenes músicos, apoyo a los veteranos de guerra, clínicas de rehabilitación y salas de maternidad. También patrocinó la construcción de monumentos. Pronto se convirtió también en la cara más conocida de la causa de la recuperación de la independencia de Polonia que en 1795 había perdido su soberanía repartida entre Rusia, Prusia y Austria.

Durante la Primera Guerra Mundial Paderewski participó activamente en el Comité General de Ayuda a las Víctimas de la Guerra en Polonia, fundado en 1915 en Vevey (Suiza) por el premio Nobel de literatura, Henryk Sienkiewicz. Especialmente activo en Estados Unidos, Paderewski organizó más de 300 conciertos-mítines en los que animaba a la gente a prestar ayuda a los polacos que luchaban por la libertad. En 1917 preparó un memorando sobre la cuestión polaca para el presidente norteamericano Woodrow Wilson.

En noviembre de 1918 Paderewski viajó a Europa. Gran parte del territorio de la Polonia repartida estaba ya bajo el control de las autoridades polacas. La entrada de Paderewski en Poznań -entonces todavía ocupada por las fuerzas alemanas- fue recibida con júbilo y provocó un levantamiento armado que liberó del control alemán la provincia de la Gran Polonia. Paderewski fue nombrado primer ministro y enviado como jefe de la delegación polaca a la Conferencia de Paz de Versalles. En noviembre de 1919, Paderewski dimitió de su cargo de primer ministro, pero siguió representando a Polonia en el extranjero en conferencias internacionales y en la Sociedad de Naciones. Gracias a sus habilidades diplomáticas -no necesitaba a un traductor, ya que dominaba 7 idiomas- y a su carisma personal, Polonia pudo negociar asuntos espinosos con sus vecinos y ganarse el respeto internacional en el proceso.

En 1921, Paderewski renunció a todos sus cargos oficiales. Volvió a tocar el piano y se dedicó a sus actividades filantrópicas. Cuando la agresión de Alemania y Rusia soviética volvieron a arrasar el Estado polaco en 1939, Paderewski se ofreció a prestar su ayuda en todo lo que pudiera. Aceptó la oferta de formar parte del Consejo Nacional, parte del gobierno polaco en el exilio (primero en Francia y luego en Inglaterra). También se dirigió a Estados Unidos en busca de ayuda. A finales de junio de 1941, con 81 años, enfermó y murió en Nueva York. Hoy en día, los restos de este virtuoso del piano, compositor, diplomático y filántropo se hallan en la cripta de la Catedral de San Juan de Varsovia, donde fueron trasladados en 1992 cumpliendo con el deseo de Paderewski.